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El equilibrio emocional: qué es y 8 ejercicios para lograrlo

 

“Un hombre que es dueño de sí mismo pone fin a un pesar tan fácilmente como inventa un placer. No quiero estar a merced de mis emociones. Quiero usarlas, disfrutarlas, dominarlas”. 

De la obra del Retrato de Dorian Gray se pueden extraer múltiples lecciones. Alguna de ellas como la frase que inicia este escrito. La novela de Oscar Wilde reflexiona sobre la juventud y la belleza. Lo hace conjugando un sinfín de inquietudes. 

Su éxito nos permite detenernos y reflexionar sobre las emociones. ¿Qué son las emociones? ¿Cómo afectan en nuestro día a día? ¿Cómo podemos alcanzar o mantener el equilibrio emocional? En este artículo, te damos algunas claves. 

Por un motivo u otro es posible que a lo largo de nuestra vida experimentemos momentos complicados. Dificultades en nuestro camino, situaciones a superar y dilemas a resolver. Como le ocurrió a Dorian Gray. En definitiva, los libros no dejan de ser un método para saber cómo gestionar las emociones.

 

NO RESULTA SENCILLO MANTENER EL EQUILIBRIO EMOCIONAL. UNA MALA NOTICIA, UNA DISCUSIÓN O UN HECHO INESPERADO PUEDE TRASTABILLAR NUESTRA RUTINA

En la actualidad, no resulta sencillo mantener el equilibrio emocional. Una mala noticia, una discusión o un hecho inesperado puede trastabillar nuestra rutina. Una dinámica diaria que en ocasiones no nos permite pararnos y reflexionar sobre nuestro bienestar emocional.

No obstante, hoy en día, -cada vez más-, la prosperidad y el bienestar emocional están adquiriendo una importancia mayor en nuestra vida. Somos conscientes que cuidar nuestra mente es tan importante como hacerlo físicamente. Pero ¿sabemos qué son las emociones? ¿Cómo podemos recuperar el equilibrio emocional en momentos complicados?

 

¿Qué son las emociones?

Según la Real Academia Española (RAE), las emociones son una alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. Es decir, se trata de estados afectivos y reacciones totalmente subjetivas que vienen acompañadas de transformaciones orgánicas y fisiológicas.

LAS EMOCIONES SON UNA ALTERACIÓN DEL ÁNIMO INTENSA Y PASAJERA, AGRADABLE O PENOSA, QUE VA ACOMPAÑADA DE CIERTA CONMOCIÓN SOMÁTICA

Alcanzar la anhelada armonía sentimental pasa por una óptima gestión de las emociones que nos invaden diariamente. Por ende, el equilibrio emocional es una respuesta emocional correcta a los estímulos experimentados.

Cuando conocemos el papel de las emociones, podemos llegar a conocernos mejor a nosotros mismos. Una óptima gestión de las emociones equivale a tomar mejores decisiones, ser más flexibles cognitivamente y controlar mejor todo lo que ocurre en nuestra vida. En definitiva, nos ayuda a saber cómo encontrar un equilibrio emocional.

En ese sentido, cuando hablamos de equilibrio emocional nos referimos a la estabilidad necesaria para alcanzar cierto estado de calma o armonía.

Esta estabilidad se refiere al estado de encuentro con uno mismo, el conocimiento personal, el manejo de las emociones y los sentimientos, y la expresión adecuada de todos ellas. Recuperar el equilibrio emocional, en momentos en los que percibimos que lo hemos perdido, nos debe ocupar una parte destacada de nuestro día a día.

Aunque alcanzar o recuperar el equilibrio emocional parece una tarea sencilla, lo cierto es que conlleva tiempo. La eterna duda sobre cómo recuperar un equilibrio emocional no tiene una respuesta única. Por supuesto, requiere a la vez de ciertas rutinas diarias de ejercicio, que detallaremos a lo largo de este artículo.

 

Diferencia entre emoción y sentimiento

Otra duda recurrente suele darse cuando queremos distinguir la emoción de los sentimientos. Como hemos visto anteriormente, la emoción es la respuesta inmediata de nuestro organismo ante una situación. Así lo rubrica la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Las principales diferencias entre emoción y sentimiento son su duración, intensidad y reacción de nuestro cuerpo. 

La emoción es básica, primitiva y unidireccional, mientras que el sentimiento implica la capacidad de pensar conscientemente y reflexionar sobre él sentir. Por tanto, tienen que ver con la capacidad de pensar de forma abstracta y simbólica.

Ser conscientes de nuestros sentimientos ayuda a poder gestionarlos. Sin embargo, las emociones aparecen queramos o no, ya que surgen de forma automática ante una situación o pensamiento.

 

8 ejercicios para lograr el equilibrio emocional 

Las prisas del día a día y la falta de tiempo puede ocasionar que no nos demos la importancia que merecemos. Para darnos la importancia que merecemos, existen una serie de ejercicios o consejos que nos pueden ayudar a lograr o recuperar el equilibrio emocional anhelado.

  • Aceptar la adversidad. Ser conscientes de que afrontaremos momentos de dificultad es un paso importante a la hora de hacer frente a los problemas. Se trata de un punto de realismo. Hay situaciones que pueden ser negativas y actuaciones que pueden salir mal. Es así.
  • Equilibrio. Tener el control de las emociones debe permitirnos estar alineados con la realidad de la situación. Todo para que esta, junto a las preocupaciones intrínsecas que surgen, no nos acabe superando.
  • Tiempo de reflexión. En los momentos de más ajetreo, debemos lograr la pausa necesaria para valorar la situación y ver en qué punto nos encontramos. ¿Debemos actuar o no? Aquí te contamos cómo conservar la serenidad en tiempos difíciles.
  • Poder de decisión. Pasar de espectador a protagonista está en nuestras manos. Consiste en asumir las riendas de nuestra vida y prepararnos para tomar decisiones cuando sea necesario. Debemos desarrollar la capacidad de decisión. Hay que decidir por uno mismo.
  • Cuídate. Cuerpo sano, mente sana. Tan básica como manida, la expresión muestra una realidad: hacer ejercicio y mantener una dieta equilibrada posibilitará que nuestro estado anímico tienda a ser mejor. El consumo de sustancias u otros elementos perjudiciales no favorecen nuestro objetivo de bienestar.
  • Respirar. Calma. Momento de pausa. Respira con tranquilidad. Escucha tu respiración. Tomarnos un espacio para nosotros, para tan solo respirar, nos va a permitir encontrar ese momento que tanto buscamos. Por ejemplo, aquí te contamos ocho técnicas de relajación para dormir mejor.
  • Análisis del entorno. ¿A quién tengo a mi alrededor? ¿Tengo un ambiente sano? Detectar si aquellos que nos rodean nos permiten mantener la armonía emocional es fundamental. Un entorno sano, lejos de malas vibraciones, nos ayudará a crecer. Por ello, debemos estar preparados para descubrir y eliminar relaciones tóxicas.
  • Focalizar la atención. ¿Hacia dónde queremos ir? ¿Cuál es el objetivo? En ocasiones, el ritmo frenético de nuestra rutina diaria nos impide discernir entre lo importante y lo banal. Focalizar nuestra mente en lo que realmente vale la pena nos permitirá ahorrar esfuerzos.

 

Cabe destacar que alcanzar o recuperar el equilibrio emocional es un paso importante, pero no definitivo. Es un objetivo individual. Como seres sociales, entra en juego el entorno en el que nos encontramos y el resto de las personas que forman parte de este. Aprender cómo relacionarnos y poner en práctica las correctas habilidades sociales, nos puede permitir crecer y afianzar ese equilibrio emocional que tanto anhelamos.